jueves, 19 de mayo de 2016

Biblioteca de aula y animación a la lectura

En esta actividad se llevara a cabo un RINCÓN DE LECTURA  para un aula de infantil de segundo ciclo.
Trabajo realizado entre Maribel Gómez, Leonor Perucho y Gabriela Molina.

¿Por qué una biblioteca de aula?

La literatura infantil, en este etapa, es una pieza clave para el desarrollo integral de los niños, por lo que se debe intentar poner a los pequeños en contacto con los libros y otros materiales desde muy temprana edad ¿Y qué mejor manera que mediante la creación en el aula de un clima propicio a la lectura y motivando a los niños de una forma lúdica?

De esta manera, es importante contar, entre los recursos educativos, con un rincón en el que se sitúe nuestra biblioteca de aula.

A la hora de comenzar esta actividad lo único que teníamos claro era que nuestro rincón de biblioteca tenía que ser un lugar mágico de encuentro con los libros ya que así, conseguiríamos crear en los niños la necesidad y las ganas de consulta y disfrute, fomentando el interés por la lectura y la escucha activa de historias.

El  niño desde pequeño, descubre en el libro todo un mundo lleno de interés, de color y de imágenes. Toda una fuente  de conocimientos que desarrollarán  su perfil intelectual y personal.
La biblioteca a esta edad, debe representar un elemento vivo  y debe reunir en sí la suficiente cantidad de formatos, temas e ideas como para satisfacer, en todo momento las diferentes inclinaciones de los niños de la clase, por lo que partimos de la idea de que, además, debe ser el centro integrador de otras actividades y situaciones escolares.

El hecho de que los niños y niñas de estas edades no sepan leer aún, no significa que no puedan disfrutar de los libros. Tenemos que tener en cuenta que  los niños no llegan vacíos de cultura literaria a su primer contacto oficial con la literatura en  la  escuela.  Antes  de  saber  leer  y  escribir, hemos visto como  los  niños  y  niñas  participan  en manifestaciones  folclóricas  que  los  acercan  a  la  literatura,  al  igual  que  ocurre  con  las canciones,  juegos,  nanas,  cuentos  o  adivinanzas,  es  decir,  están  en  continuo  contacto con experiencias lectoras naturales. Como hemos estado viendo durante estos meses, hay muchas actividades y aprendizajes que se pueden llevar a cabo a través de la biblioteca de aula.

Queremos incidir en la idea de que la Biblioteca de aula no es sólo un  centro  de aprendizaje  indispensable  para  la  formación  del  hábito  lector,  sino que además es un lugar donde  los  niños  investigan  y  resuelven  problemas  por  ellos  mismos  y  donde  tienen  lugar múltiples situaciones de enseñanza-aprendizaje que fomentan el desarrollo de  la  imaginación  y  la  creatividad. Intentaremos, así pues,  que nuestra biblioteca sea un  lugar  de  encuentro  cultural, creativo y un  espacio socializador.

En ella queremos que el libro pase a segundo plano ya que, además,  intentaremos fomentar en el niño otros aspectos  tales como aprender a cuidar y preparar su  biblioteca, así  como  también asumir la responsabilidad  de  su  conservación  y uso adecuado. Además, se favorece la motivación lectora de forma más directa que desde la biblioteca  escolar,  dado  que  tenemos  unos  “usuarios”  fijos  y que conocemos  sus  intereses, necesidades  y  características.  De  este modo, todos  los  recursos  que  aquí  encontramos estarán más adaptados a ellos.

Algunos de los objetivos que pretendemos alcanzar serían: despertar el interés de nuestros alumnos por conocer, favorecer que se den situaciones de  aprendizaje motivadoras que ayuden al progreso individual del niño, según sus capacidades e intereses, fomentar su conocimiento de la organización de una biblioteca ( algo que en los años venideros les facilitará su búsqueda de información),  capacitar a los niños para reconocer en el libro y demás materiales los instrumentos que le harán progresar desde el punto de vista cultural y social, desarrollar el gusto de leer y por tanto, la posibilidad de conseguir un buen hábito lector en el futuro, favorecer la adquisición de hábitos de consulta ya que son la base para el estudio y la investigación. En definitiva, convertir el proceso de aprendizaje en activo y motivador.


Diseño, Situación y Decoración

A la hora de pensar la ubicación, el diseño del espacio,  el mobiliario y la decoración de nuestra biblioteca de aula, el objetivo principal que debemos perseguir es el de crear un lugar agradable, tranquilo, acogedor, cómodo y bonito a fin de que nuestros niños se sientan a gusto y puedan disfrutar de la lectura como es debido.

A parte de todo esto, el rincón de la biblioteca conlleva a que el espacio sea luminoso, decorado con colores cálidos para estimular la relajación y la tranquilidad, acompañado de detalles y objetos de colores fríos para no perder la estimulación y la energía. Todo esto hará que no se convierta en un lugar de paso, que invite a sentarse, a ver libros  a escribir cosas interesantes, a compartir, a observar, ojear, manipular todo lo que allí se encuentra, sabiendo que esos elementos están sólo allí, no   hay   otro   espacio   donde   encontrarlos,   haciendo   que   ese   lugar   sea   especial.   Por   ello sería conveniente y bonito que sea una creación en la que todos participáramos  (cuando decimos todos nos referimos a profes y niños) para que sea un reflejo de lo que todos pretendemos que sea nuestra biblioteca de aula.

Otra cosa que hemos tenido muy en cuenta es que tiene que ser un espacio lo más funcional posible para adaptarse a diferentes momentos de la jornada: lectura silenciosa del niño que ha terminado una actividad y desea ojear un libro dentro de unas normas, realización de actividades programadas como la hora del cuento, juegos de lenguaje oral, lectura de láminas, etc. Vamos a intentar tener todo o casi todo lo necesario para guardar los libros colgado de la pared para que el transformar el rincón no sea una tarea difícil.

Teniendo en cuenta que no se suele disponer de mucho presupuesto, vamos a crear un rincón en el que la mayor partida presupuestaria vaya destinada a la compra de buena literatura infantil. Esto también nos va a ayudar a echar mano de la imaginación para crear un rincón confortable utilizando recursos fáciles de encontrar y por qué no “reciclados”, huyendo, pues, de la típica estantería comprada en Wesco.

Cuando   hablamos   de   confort   y   creación   de   un   lugar   cálido   nos   referimos   a   recrear un espacio   diferenciado,   utilizando   materiales como   una   alfombra grande que cubra todo el suelo de nuestra biblioteca, cojines de todos los tamaños, colores y formas posibles, peluches, colchonetas e incluso  mantas,  para  los  meses  más  fríos.    ¡¡Sería genial hasta tener un sofá!!
Esto no sería tarea difícil porque muchos   de   estos   elementos están en nuestras casas o en las de los niños y podemos rescatarlas (formando así un lugar más cercano al grupo y personal, si cabe) para  ubicarlas   en   un   lugar   de   la clase que inviten a sentarse, tumbarse… y leer por leer… por el placer de hacer algo relajado y con lo que disfrutamos.

Otra propuesta podría ser un dosel de cuna, cortinas, telas o incluso una caja gigante decorada previamente,   que   creen   un   espacio   para   la   lectura   más   individual, íntima y concentrada ya que los   niños  suele   buscar el “envolverse” para sentirse   a   gusto.




Los libros estarán colocados en diferentes soportes para crear un ambiente más divertido. Así pues podemos tener las revistas y periódicos en cestillos, los “prestados de otras bibliotecas” en compartimentos (fotografía 3), nuestras creaciones colgadas (fotografía 4), los que nos traemos de casa para compartir en archivadores con nuestra foto (fotografía 5) y los libros de nuestra biblioteca en  estantes. Todo esto estaría al alcance de los niños y en la medida de lo posible exhibido con la portada a la vista, pues serán los dibujos los que motiven su interés. Además, el rincón de la biblioteca, debe servir como espacio socializador, por lo que su distribución debe ser la idónea para fomentar las relaciones con los demás y para aprender a emplear ese lugar de manera autónoma.

En  la  pared,  colocaremos  de  manera  centrada  las  normas  de  la  biblioteca, que serán  redactadas  y  decoradas  de  manera  grupal  a  lo  largo  de  varias  sesiones  y, además,  estarán  acompañadas  con  dibujos  que  ayuden  a  comprenderlas  y  cumplirlas.

Del  mismo  modo, sería interesante dedicar otra pared al completo para hacer un espacio mural dedicado al mundo lector. Pediremos la colaboración de las familias para que nos envíen fotos leyendo en casa (con las familias y su libro favorito, ellos leyendo….), esas fotos las imprimiéremos y  pegaremos en esa pared junto a los  dibujos  que los niños hagan en relación a las cosas interesantes que van descubriendo en la biblioteca (en el rincón de biblioteca tampoco puede faltar material para el dibujo y la escritura: pinturas, lápices, papel….). Debido  a  la  ratio  niños por  aula  en  la  actualidad,  nos  limitaremos  a  colgar  unos  cuantos  y,  cada semana,  los  cambiaremos  por  unos  nuevos. Otra parte importante de “La pared del lector” estará destinada a colgar por nuestra parte fotos de libros e ilustraciones utilizándolas como un componente motivador para escoger algunos de los libros que aparecen en las fotos.

 
Ilustración 1. Tatami de creación propia              


Ilustración 2. Manera sencilla, cómoda y barato de colocar las pinturas

Ilustración 3. Libros prestados

                                      
Ilustración 4. Creación propia

Ilustración 5. Para compartir


Así pues, a modo gráfico, nuestra biblioteca quedaría así:






CONTENIDO Y FONDOS
A la hora de seleccionar los libros y recursos que queremos ofrecer en nuestra biblioteca, nos vienen a la cabeza miles y miles de títulos. Por ello, nos hemos basado en unos criterios para la selección de éstos, ya que más que la cantidad, queremos  asegurarnos de la calidad del contenido. Hemos valorado:

-          Temas que vamos a tratar a lo largo del curso.

-          Edad de los destinatarios.
-          Proceso de maduración cognitiva.
-          Calidad de los libros: tema, valores, lenguaje, ilustraciones, tipo de texto y formato.
-          Adecuación a los intereses y capacidades de los lectores.
-          Variedad de funciones: para diversos tipos de lectores y también que ofrezca un amplio abanico de experiencias literarias de calidad (poesías, cuentos, álbumes, etc).

El contenido de nuestra biblioteca se adaptará a la edad de nuestros alumnos: 4-5 años. Debemos basarnos en su desarrollo evolutivo para crear un rincón  de lectura atractivo y garantizar así el éxito de nuestra biblioteca. En este momento, sabemos el que pensamiento del niño está ligado a significados inmediatos, no ejecuta todavía operaciones mentales y responde a los acontecimientos nuevos en función de su percepción. Le gusta el dibujo, el juego simbólico, la dramatización. Debemos trabajar la lectura de la imagen, descubriendo las figuras dominantes, la localización de objetos, los colores, e ir acompañando las ilustraciones con la narración que las acompañan.  

También es un momento de explosión para la fantasía, y los cuentos folclóricos dan mucho juego. Además nos apoyaremos en fábulas y libros con personajes animados que, a esta edad, gusto mucho y llaman la atención.

De este modo, elegiremos libros donde la imagen sea la protagonista, siempre apoyada por texto, pues a esta edad tienen bastante avanzado el desarrollo del lenguaje oral y ello hace que tengan la capacidad de comprender las historias, seguir el orden de los acontecimientos (siempre lineal), y con contenidos familiares. 

Nuestra biblioteca constará de:
-           20 libros nuevos, elegidos meticulosamente por nosotras.
-          Revistas educativas.
-          Libros que los niños traen prestados de casa para compartir.
-          Libros prestados de la biblioteca pública.
-          Libros hechos por nosotros/as.

Las revistas educativas estarán, como antes hemos explicado, en cestillos. Se intentará ir renovando periódicamente para que no queden obsoletas.

También haremos un hueco a los libros que los niños pueden traer de casa para dejar en la biblioteca y compartirlos con los compañeros. Explicaremos que se trata de un lugar donde traer esos títulos que tienen en casa y no hacen caso, o por el contrario, libros que a ellos les gustan mucho y quieren así, hacer partícipe al resto. Es una buena manera de trabajar el valor de compartir y poder jugar con una gran variedad a la hora de la selección de alguno de ellos.

Periódicamente también, las maestras/os traeremos libros prestados de la biblioteca pública, pudiendo elegir libros específicos para trabajar determinados objetivos o, simplemente, libros con grandes historias.

En la pared, colgaremos con cordones los libros hechos a mano. Pueden estar hechos con clasificadores, tapas de cartón, cartulina, con bayetas… hay infinidad de ejemplos y se trata de un recurso de lo más lúdico y original.

Dejaremos un rincón donde se expondrán los cuentos clásicos. Se trata de todos esos libros que, por más años que pasan, siempre gustan tanto a grandes y pequeños.

El listado de libros nuevos es:
1.                  Rosa caramelo de Adela Turín y Nella Bosnia
2.                  ¿A qué sabe la luna? de Miechael Grejniec
3.                  El monstruo de colores de Anna Llenas
4.                  En busca del beso de Beascoa
5.                  El cazo de lorenzo de Isabelle Carrier
6.                  Un libro de Hervé tullet
7.                  Pequeño azul y pequeño amarillo de Leo Lionni
8.                  Por cuatro esquinitas de nada de Lerome Ruillier
9.                  Tú y yo osito de Martin Waddell
10.              El león que no sabía escribir de Martín Baltscheit
11.              Elmer de David Mckee
12.              No quiero ir a dormir de Julie Sykes
13.              La vaca que puso un huevo de Andy Cutbill
14.              Cuéntame el día que nací de Jamie Lee Curtis
15.              Adivina cuanto te quiero de Anita  Jeram y Sam Mc Bratney
16.              Besos, besos de Selma Mandine
17.              Todos sois mis favoritos de Sam Mc Bratney
18.              Un bicho extraño de Mon Dapota
19.              Un culete independiente de José Luis Cortés
20.              El topo que quería saber quién había hecho aquello en su cabeza de    Wermer Holzwarth y Wolf Erlbruch

Listado de cuentos clásicos:
1.                  Caperucita roja
2.                  Los tres cerditos
3.                  El patito feo
4.                  Hansel y Gretel
5.                  La cigarra y la hormiga
6.                  El gato con botas


-            ORGANIZACIÓN Y GESTIÓN

El rincón de lectura estará abierto para todos los niños/as que lo quieran visitar; en los ratos libres, cuando terminen sus  actividades o incluso si llegan temprano al aula.
Además de esos tiempo libre, donde ellos mismo decidirán ir al rincón de lectura se incorporara en la rutina semanal LA HORA DEL CUENTO.

Para que cada alumno pueda sacar libros de nuestra biblioteca y llevárselos a casa.            Crearemos un sistema numérico de colores, cada libro dispondrá de una pegatina en el lomo (un gomet de un color y un número).
En el lateral de una de nuestra estantería tendremos sobres de tela de cada uno de los colores. Y nuestros alumnos tendrán fotos suyas plastificadas con su nombre, por lo que cuando seques un libro pegaremos un gomet detrás de la foto del alumno, con el número de libro y él mismo,  se encargara de meterlo en el sobre del color correspondiente.

-            DINAMIZACIÓN Y ANIMACIÓN

El objetivo de una buena animación a la lectura es que el niño no lector o poco lector, descubra el libro. Ayudándole así a pasar de la lectura pasiva a la activa y desarrollar en él el placer de leer. Por eso, vamos a introducir al niño en la literatura, mediante una lectura que pueda comprender, que le haga disfrutar y con la que, además, reflexione.

Empezaremos este acercamiento a la literatura con un taller práctico: “Hazte tu propio cuento”. Seleccionaremos materiales para que cada niño participe en la elaboración de su propio cuento. Es algo sencillo que, a estas edades gusta mucho, y así iremos completando el rincón de los libros hechos a mano.

Estrategias para la animación.   

- Enseñaremos la portada de un libro y pediremos que inventen un título e irán diciendo qué creen que se cuenta en ese libro.

-  Enseñaremos una foto del autor y simularemos una conversación telefónica con él acerca de  cómo viste, cómo es, que creemos que le gusta… Más tarde, preparemos una visita del autor a la escuela. Podrá ser real o simulada.

- Inventaremos un cuento entre todos con los “cuenta-cubos”. Se trata de 3 cubos o dados con pequeñas ilustraciones. Cada uno nos aporta un elemento para la invención del cuento.  El primero el personaje protagonista, el segundo un lugar y el tercero un objeto. De este modo podemos crear un cuento con estos tres elementos, solo con dos de ellos o utilizar varias ilustraciones de uno solo.






- Lectura equivocada. Durante la narración de un libro, llegaremos a un punto en el que la interrumpiremos y pediremos que inventen cómo creen que continúa. Podemos cambiar el final y hacer que un mismo libro tenga varios desenlaces.

- Binomio   fantástico:   elegiremos 2 palabras al azar e inventaremos entre todos un cuento a raíz o en torno a ellas.

- Dramatización: a medida que vamos narrando un cuento vamos representando todos a la vez movimientos o expresiones que la historia susciten. Por ejemplo: “Y el elefante se fue muy enfadado” = damos grandes pasos de elefante con cara enfadada.


-            BIBLIOGRAFIA

Labajo, I. Bloque 5, modulo docente Literatura Infantil (2016). Madrid: La Salle.

Rueda, R. “La biblioteca de aula infantil: el cuento y la poesía” (1998) 3ªEd. Madrid Narcea


Bermejo, I. (2015, ABRIL 2). Animación a la lectura y escritura creativa. [mensaje de blog] Recuperado de: http://lapiceromagico.blogspot.com.es/2015/04/cubos-para-inventar-cuentos.html